Gerardo fue seleccionado como Profesor Destacado de Ingeniería 2025 en Argentina por la Academia Nacional de Ingeniería y el Grupo Techint.
Gerardo Adrián Ricciardi es Ingeniero Civil y Doctor en Ciencias de la Ingeniería. Con más de tres décadas de trayectoria en docencia e investigación en la Universidad Nacional de Rosario, se ha especializado en hidrología e hidráulica urbana. Ha dirigido proyectos internacionales, ha publicado numerosos libros y artículos científicos, ha formado y continúa formando a generaciones de ingenieros comprometidos con el desarrollo sostenible.
En 2025 fue reconocido por la Academia Nacional de Ingeniería y el Grupo Techint como Profesor Destacado de Ingeniería en Argentina, un reconocimiento que celebra la excelencia docente y la vocación de quienes inspiran a sus estudiantes a transformar la realidad desde la educación.
“La docencia es un trabajo, una decisión, una elección. Es trabajo, pero también es vocación. Ese plus que tiene el buen docente se nota: en la escucha, en el respeto y en el deseo de formar a las nuevas generaciones”, dice con convicción.
Gerardo descubrió su vocación docente en la intersección entre la técnica y la empatía. “Yo estudié en una escuela técnica pública de Colón. Aprendí que la enseñanza no se trata solo de transmitir conocimiento, sino de despertar curiosidad, de acompañar procesos”.
Visita a Cascada Arroyo Pavón, Santa Fe.
En su carrera, ha sabido integrar la teoría con la práctica, la modelación matemática con la realidad social. En el aula, los modelos hidráulicos no son solo fórmulas: son herramientas para entender cómo vive la gente, cómo impacta una inundación o una sequía en una comunidad. “Hay que salir del gabinete”, dice convencido. “La ingeniería tiene sentido cuando mejora la vida de las personas”.
Durante la pandemia, se enfrentó al desafío de enseñar a distancia, sin perder el contacto humano. “Intentamos que las clases no fueran solo ver un video o un tutorial. Buscábamos mantener el ida y vuelta con los estudiantes, ese intercambio que da vida a la enseñanza. Lo más importante era que siguieran sintiendo la cercanía del docente, aunque fuera detrás de una pantalla”.
Esa mirada de aprendizaje constante atraviesa toda su carrera. “Nosotros formamos a profesionales que van a tener problemas que todavía no existen. Por eso hay que enseñarles a aprender. Ese es el verdadero desafío”.
Durante su carrera docente, Gerardo entendió que enseñar también implica escuchar y comprender a los estudiantes. Esa conexión, dice, se profundizó cuando su propio hijo estudió ingeniería. “Me permitió ver de cerca cómo piensan y estudian los jóvenes de hoy, qué los motiva y qué los preocupa”.
Charla magistral en el Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería Civil (CONEIC).
Además, entiende su rol como parte de algo más grande: un proyecto colectivo. “Creo en un país industrializado, con trabajo digno y desarrollo equitativo. La ingeniería tiene mucho que ver con eso: con pensar soluciones, con transformar, con construir un futuro mejor”.
A lo largo de su trayectoria, ha ocupado cargos de gestión académica, como Director de la Maestría en Recursos Hídricos en Zonas Urbanas, del Departamento de Hidráulica y del CURIHAM (Centro Universitario Rosario de Investigaciones Hidroambientales). Además, ha formado equipos docentes e investigadores en distintas universidades del país, convencido de que la educación es un trabajo colectivo.
Cuando aparecen los reconocimientos es como decir: hicimos las cosas bastante bien. Pero el mérito nunca es individual. Detrás de cada logro hay una institución, un grupo de trabajo, un colectivo."
Casi al cierre de su carrera universitaria, Gerardo no habla de premios, sino de continuidad. “Mi mayor satisfacción es ver que los que formé pueden seguir adelante solos, que ya no necesitan mi presencia para sostener un proyecto. Eso, para mí, es trascender”.
Gerardo representa a los docentes que dejan huella, que inspiran, que enseñan y aprenden a la vez. Su historia recuerda que la educación no solo cambia destinos, sino también sociedades enteras.
“La vocación se percibe. Se nota en los que enseñan con pasión y en los que aprenden con curiosidad. Eso es lo que hace que todo esto tenga sentido”.
En Cascada Pavón.